Recuerdos para siempre, aún sin haberte presentado

Lion es un niño de unos siete años, llegó hace un par de años de un país muy pero pero que muy lejano. Es el niño tímido que vive enfrente de mi cas

a, que miraba de reojo a Mi perro Kilian cada vez que le sacaba a la calle.

Ahora, siempre nos saluda aunque no le veamos.

Grita, nos grita a lo lejos, a Kilian y a mi.

Cuando está en los columpios, cuando está con sus amigos. Siempre nos saluda.

¡Pablooooo! ¡Kiliaaaan!

Yo claro, le sonrió y le saludo, Kilian no se inmuta.

Qué es lo que hizo que un niño de 7 años con el que no había cruzado una palabra, no se le pase jamás saludarme.

Un día, estaba apunto de salir a dar un paseo con Kilian y oí a un niño llorar, abrí la puerta era Lion, le pregunté que le pasaba.

Tuvo que coger aliento y entre sollozos me dijo que nadie la abría la puerta de su casa.

Llamé al timbre un par de veces y nada.

Le dije a Lion que si nos acompañaba a Kilian y a mi a buscar a sus padres.

Lion se tranquilizó, Kilian ni se inmutaba.

Me dijo que sí con la cabeza.

Cuando subíamos la calle principal, nos cruzamos con el padre de Lion, que me dio las gracias. Lion me miró como si fuera Superman.

Desde aquel día aunque nadie jamás me presentó a ese niño, Lion no deja de gritar cada vez que nos ve.

¡Pablooooo! ¡Kiliaaaaaan!

No hay nada más reconfortante cuando te pierdes que alguien te ayude, lo sé porque de pequeño me perdí más de una vez y el recuerdo es para siempre para la persona que te ha ayudado.

No hay nada más gratificante que subir un proyecto online de la nada, a la visibilidad, a la notoriedad. Nada que me haga sentir más orgulloso que un negocio online consiga clientes, leads, ventas.

Clientes.

Ventas.

Leads.

Porque como con Lion no hay nada más gratificante que alguien que conoce el camino, te guíe hacia donde quieres llegar, porque hay recuerdos para siempre.

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