Lejos del ruido, lejos de la lejanía, del verso de las almas sin alma.
De rostros sin rostro, de risas de maniquí, lejos de la perfección.
Me quedé en mi isla.
Lejos del miedo, del miedo a decir no, del miedo a ser yo mismo, lejos de tener miedo del miedo.
Lejos de tener por tener.
Decidí quedarme en mi isla
Cerca de ser, de estar, cerca de las viejas almas habitadas en mil cuerpos.
Cerca de mi mellizo, de mi tierra, cerca de lo que quiero, lo único que necesito.