Hace unos meses, no muchos, me invitaron a una fiesta. Una fiesta, no un fiestón.
Los anfitriones, unos chicos muy majos querían enseñarme, enseñarnos y celebrar el estreno de su nuevo piso.
Cuando llegué, lo tenían todo preparado, la comida, la bebida, la bebida la comida y el show de bienvenida.
Me enseñaron el piso de arriba abajo y de abajo arriba, luego ya nos relajamos.
Todo bien, muy correcto.
Estábamos sentados y no paraban de decir, compramos por precio, compramos por precio, compramos por precio.
Se me metió en la cabeza eso de compramos tu…
Compramos tu…..
Cuando salí de la casa, ya en mi coche, me dije a mi mismo algo que resonó.
Compraron por precio.
¿Era un logro?
¿Era una excusa?
¿Era super-coco?
Bien.
Hace unos días me encontré con él.
Nos tomamos una café, la casa en venta.
La casa en venta. Compraron por precio, resonaba.
Es lo que tiene comprarte una casa por precio, comprarte un coche por precio, un vino por precio, por precio, por precio.
Quiero decir, el precio es importante, pero no es lo único. No miraron el ruido, ni el atasco al salir por la mañana para ir a trabajar, ni para volver a casa y eso un día tras otro.
Solo miraron y compraron por precio.
Nada en contra, faltaría más.
Tenemos un servicio de marketing online 360 para empresas que quieren invertir en publicidad online, no solo por precio.
Por notoriedad, por visibilidad, por convertibilidad y por precio, también.
PD: Arriba más detalles